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viernes, 22 de junio de 2012

Escocia vibró con la Simón Bolívar




Gustavo Dudamel dirigió el concierto inaugural del Festival Londres 2012

Stirling, Escocia.- Los aplausos de miles de personas se convirtieron poco a poco en ovación, en aclamación. Unos 200 muchachos de la Orquesta Sinfónica Simón Bolívar y 138 niños del Sistema Escocia, llenaron el escenario para ser dirigidos por el electrizante Gustavo Dudamel e interpretar un espectacular y muy esperado concierto -The Big Concert-, organizado en el marco de las Olimpiadas Culturales y el Festival Londres 2012.

Las entradas ya estaban agotadas desde mayo. Ha sido catalogado como uno de los 10 eventos de Londres 2012 que nadie podía perderse, según The Daily Telegraph.

Claro está que el marco era muy privilegiado. El emblemático e histórico castillo de Stirling -famoso por haber sido sede de interminables luchas de poder desde el siglo XIV-, y ubicado estratégicamente en una colina que sirvió de telón de fondo para este acontecimiento al aire libre.

La Sinfonía N 3 de Beethoven, Heroica, considerada una pieza retadora para cualquier orquesta, fue un desafío logrado con honores por una renovada y madura Orquesta Sinfónica Simón Bolívar, bajo la batuta de Gustavo Dudamel.

Los Rituales Amerindios de Esteban Benzecry acompañaron este repertorio que la audiencia apreció con concentración y atención, a pesar de que el termómetro marcaba 10 C.

Y como si no fuera suficiente prestigio ya entrar en la agenda "de las más grandes Olimpiadas Culturales de la historia del movimiento olímpico y paraolímpico moderno", 40 millones de personas pudieron escucharlo en vivo por la BBC.

La agenda del Festival Londres 2012 en la que entró la Orquesta Sinfónica Simón Bolívar para su inauguración, se inscribe en el vasto programa de al menos 2.500 actividades Inspire iniciado en 2008 y que se define como el plan más diverso e incluyente jamás visto. Este programa pretende abarcar en el contexto de las olimpiadas, además del mundo del deporte -por supuesto-, el de la cultura y los negocios. Impresiona lo ambicioso de la propuesta.

El mejoramiento del posicionamiento universal del Reino Unido de Gran Bretaña que se ha dado últimamente con motivo de las olimpiadas y del Jubileo de la Reina Isabel II, forma parte de un inmenso plan conceptual y organizativo.

La entrada en Stirling tuvo un costo de entre 12 y 25 libras, y desde una hora y media antes del inicio ya se apreciaban las filas conformadas por gente de todas las edades, que esperaba pacientemente para entrar al concierto.

The Big Noise -especie de réplica de El Sistema- fue el invitado especial de la noche. Desde el pasado martes, el maestro Dudamel y los integrantes de la Orquesta participaron en talleres con los niños y jóvenes de El Sistema Escocia, cuya sede está ubicada en la comunidad de Raploch. Sin duda, como opinan aquí, una gran oportunidad para la transmisión de conocimientos y entrega del legado.

Se calcula que asistieron unos siete mil espectadores, sin contar los que vieron el concierto a través de las rejas, en la calle.

El creador del Sistema Escocia, Richard Holloway -todo un personaje al estilo del maestro José Antonio Abreu-, espera poder enviar en dos años a algunos de los 400 niños de este núcleo de Stirling (Big Noise) a estudiar en Venezuela.

Abreu y su extraordinario y exitoso Sistema, por el cual siente una inmensa pasión, ha dado ya a muchos niños venezolanos la oportunidad de salir de la pobreza. Este valor agregado propone un cambio social positivo a través de de la cultura y la música, un propósito de interés universal.

La próxima parada es en Londres, para una presentación en el Royal Festival Hall, el próximo 23 y 26 de junio. Ya los tickets están prácticamente agotados.

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